De cara a las protestas, el periodista especializado en criminalística y miembro del Observatorio Venezolano del Crimen Organizado, Javier Ignacio Mayorca, expuso diversos temas de seguridad como el ataque a la propiedad privada, el cuantioso número de lesionados y la agresión, presuntamente propinada por los organismos de seguridad del estado, a través de “cartuchos aliñados” para la contención de manifestaciones.
La protesta es un derecho constitucional, en función de eso, “los cuerpos de seguridad del estado deberían garantizar que las personas que van a ejercer ese derecho tengan preservada su integridad física”, enfatizó el periodista.
Extraoficialmente, el experto en criminalística, develó que se ha podido conocer que las cifras de criminalidad en contra de la propiedad privada y además de eso, las lesiones, han ido ascendiendo en los lugares de concentración. Se habla de “cifra negra”, cifras que suelen tener un enorme porcentaje de casos que no son conocidas por las autoridades, acotó.
En este sentido, explicó que ahorita el 65 % de las víctimas no acuden a formular denuncias ante las instituciones de seguridad, por miedo, porque en lo que empieza a figurar la situación en la que ha ocurrido el asalto, el denunciante piensa que “el policía podría reprocharle que estaba manifestando (…) entonces, lo que se conoce es la acción de los malandrines”.
Respecto al tema de las lesiones, las cifras que aportan Salud Chacao y Salud Baruta, cuando ocurren marchas, “contaron entre ambos, más de 300 lesionados y eso no queda presentado en las cifras oficiales”.
Ahora bien, Mayorca, señaló que los manifestantes corren riesgo de ser violentados en el tiempo que se exponen al transitar solos, cuando se dirigen o regresan de una marcha, debido a los “planes retardatrices” implementados por los cuerpos de seguridad del estado y que son destinados a “impedir, dificultar, estorbar, entrabar la llegada de los manifestantes a los puntos de concentración”.
Por lo tanto, recomendó evitar la exposición en soledad y chequear bien quién se mantiene alrededor y tener mucha prudencia con lo que podría llamarse bienes que riqueza, como el celular, “que es lo más codiciado por el hampa”, además de ser “uno de los elementos que más han sido robados a periodistas en los últimos meses porque eso le resta uno de sus principales instrumentos de trabajo (…), no es casualidad”, recalcó.
En relación a la práctica de alterar los cartuchos de perdigones para colocarles metras de vidrio, de plomo, rolineras, trozos de vidrio y otro tipo de elementos, manifestó que es una acción antiquísima, que se llama, en términos policiales, además de esa subcultura que hay entre la Guardia Nacional y las policías preventivas, “aliñados”, que a su juicio, rechaza que sean fabricados por la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (Cavim).
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