El informe de la CEPAL señala que los efectos de la crisis del COVID-19 provocarán una caída del PIB de al menos un -1,8% y no descarta que llegue a ser de entre un -3% y un -4%, o incluso mayor.
También apunta que esta inestabilidad tendrá efectos económicos directos en los sistemas de salud regionales «cuya infraestructura es insuficiente para enfrentar los problemas generados por la pandemia» y las tasas de mortalidad, y que habrá efectos indirectos en la oferta y la demanda económica.
Perspectiva económica desesperanzadora
Entre estos los puntos álgidos el informe señaló cinco aspectos clave:
- La disminución de la actividad económica de los principales socios comerciales y sus efectos.
- La caída de los precios de los productos primarios.
- La interrupción de las cadenas globales de valor.
- La menor demanda de servicios de turismo.
- La intensificación de la aversión al riesgo y el empeoramiento de las condiciones financieras mundiales.
Caída de las exportaciones
Otra previsión significativa es el valor de las exportaciones regionales que, se calcula, disminuirá al menos en un 10,7% por el descenso de los precios y «la contracción en la demanda agregada global».
Asimismo, hay que tener en cuenta un factor adicional que puede agravar las desigualdades entre países y grupos de ingresos y que se ha acentuado con la propagación del virus: el uso de internet y las tecnologías digitales.
«Los países de la región tienen capacidades productivas poco sofisticadas y fragmentadas a nivel regional, por lo que se requiere escalar las capacidades nacionales y regionales, principalmente en la producción y provisión de bienes de primera necesidad. Para ello es imperativo impulsar el comercio intrarregional«, señala el informe.
Empleo y pobreza
El estudio indica que «dadas las desigualdades económicas y sociales de la región, los efectos del desempleo afectarán de manera desproporcionada a los pobres y a los estratos vulnerables de ingresos medios».
Además, se apunta la posibilidad de que la crisis aumente el empleo informal, que ya era del 53,1% en 2016, y que las familias más pobres envíen a sus hijos a trabajar incrementando las tasas de trabajo infantil y de baja o nula escolaridad.
Soluciones a las emergencias
Para la emergencia sanitaria la CEPAL destaca que es obligatorio «aplicar inmediatamente y de manera eficiente las medidas de contención sugeridas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), fortalecer los sistemas de salud y garantizar acceso universal a pruebas, medicamentos y curas».
La emergencia social demanda «medidas de protección de los ingresos para los grupos más vulnerables, medidas de protección del empleo, como los subsidios de desempleo e ingreso básico de emergencia, y medidas de apoyo a las pequeñas y medias empresas (PYMES) y los trabajadores por cuenta propia».
Con relación a la emergencia económica, considera necesarias «acciones de política fiscal, de política monetaria y de cooperación internacional».
Levantar sanciones
La CEPAL también llamó «a levantar las sanciones impuestas a Cuba y Venezuela«, permitiendo su acceso a alimentos, suministros médicos y pruebas de la COVID-19 y asistencia médica. «Es tiempo de solidaridad, no de exclusión», señala el documento.
Con información de: ONU
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