En una carta abierta, más de 60 científicos y expertos en políticas climáticas advierten sobre los peligros del uso de la geoingeniería solar.
La geoingeniería solar es una propuesta para intentar reducir la velocidad del cambio climático y consta de tapar o bloquear parcialmente el sol introduciendo partículas reflectantes en la atmósfera.
«Estos esquemas para enfriar la superficie de la Tierra y disminuir el impacto del calentamiento global son potencialmente peligrosos y deberían ser bloqueados por los gobiernos.», expresaron en la carta.
Incluso si este plan hiciera retroceder una fracción crítica de los rayos del Sol como se pretende, las consecuencias podrían superar cualquier beneficio, argumentaron.
«El despliegue de la geoingeniería solar no puede ser gobernado globalmente de manera justa, inclusiva y efectiva. Por lo tanto, pedimos una acción política inmediata por parte de los gobiernos, las Naciones Unidas y otros actores para evitar la normalización de la geoingeniería solar como una opción de política climática.»
Entre las consecuencias peligrosas de esta propuesta resaltan provocar la desecación del Amazonas y debilitar los monzones de verano africanos y asiáticos. También explican que si por alguna razón las partículas reflectantes dejan de funcionar repentinamente, las temperaturas aumentarían a velocidades muy altas.
Además, esta tecnología no ayuda ni detiene otros grandes factores del cambio climático, como la acumulación de CO2 atmosférico. Problema que afecta principalmente a los océanos, resultando en el cambio de su composición química.
La carta concluye con un llamado a realizar un «acuerdo internacional de no utilización» de la geoingeniería solar. Lo que incluye el bloqueo de la financiación nacional y la prohibición los experimentos al aire libre.
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