Cocuy Magno Chumaceiro rompe parámetros con su producción eco-sustentable

Desde 2018 se conformó un equipo empeñado en desarrollar y promover la siembra sustentable de una de las bebidas tradicionales de Venezuela, el cocuy.

Se trata del proyecto Cocouy Magno Chumaceiro, que viendo con preocupación las técnicas de explotación que han afectado las tierras y las formas de cultivo desarrollar, proyectan difundir mejores prácticas que beneficien a las comunidades que viven de la especie.

Rodolfo Renavales Chumaceiro, consultor de proyectos en desarrollo y quien lidera el proyecto de Siembra Eco-sustentable del Cocuy en el Estado Falcón, enfatizó que hay un objetivo claro de aportar empleo y un desarrollo sustentable del medio ambiente en el cual trabajan.

“Entendimos que el cocuy no solamente era un negocio sino una forma de llevar la marca país a otras fronteras y la forma de contribuir al desarrollo del país como lo hicieron nuestros antepasados”

Es así que, con la visión de convertirlo en un producto internacional que compita con las grandes bebidas del mercado, este proyecto está dividido en dos áreas del país, en Falcón donde nace la producción y en Caracas donde se lleva la parte de comercialización.

Mejorar la práctica de cultivo

Cabe destacar que este emprendimiento formó parte del programa Innovation Eco del Impact Hub Caracas que trabaja con el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), siendo uno de los 10 escogidos de entre más de 76 iniciativas eco sustentables.

Cocuy Magno Chumaceiro está enmarcado en la importancia de los sistemas agroforestales y lucha contra la desertificación, de acuerdo con María Eugenia Durán, ingeniero Civil dedicada a la siembra y comercialización del Cocuy en Falcón y quien forma parte del proyecto.

“Nos hemos dedicado al rescate de la tradición del agave de Cocuy porque actualmente ha habido malas prácticas de la planta y lo que queremos es hacer cultivo eco sostenible de la especie”

Con esta idea que viene enlazada de dos familias, prevén emprender un camino de triple impacto para generar centros de producción que puedan un mejor nivel de vida a los productores que trabajan con una especie que tarda entre 12 años para ser cosechada.

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