El Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio), avizoró que este nuevo semestre será “duro”, ya que dentro de sus proyecciones tienen que más del 30% de los comercios están en amenaza de cierre.
Por esta razón, desde el gremio se pide que las autoridades nacionales permitan abrir las santamarías a quienes puedan hacerlo y así intentar salvar los empleos y obtener flujo de caja para desarrollar una recuperación.
“Hay que defender la estructura que está viva, tengo la firme convicción de que nos vamos a recuperar, pero el trámite para esa superación es mucho sacrificio”
Así lo dijo el presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, quien enfatizó que tiene que haber continuidad para recuperar un poco el flujo de caja, pues “trabajar una semana sí y otra semana no, no le sirve a ninguna actividad productividad”.
“El llamado es mantener la fortaleza, la solidaridad y acompañar la iniciativa privada para recuperar la economía”
Capozzolo, sostuvo que en momentos como éste, donde se verifica que el virus del Covid-19 es algo que va a mantenerse hasta meses del próximo año, “toda medida de cierre tendrá poca relevancia para el resultado final en la lucha contra la pandemia”.
“Abrir o cerrar comercios no determina la escalada de casos de Covid-19, en algunos municipios donde hay escalada todos los comercios están cerrados”
Ante este escenario, la propuesta es que se cambie la variable de control y se migre al racionamiento hacia la bioseguridad.
“Es decir, vamos a salir a controlar comercios que están abiertos y que pueden salvaguardar las condiciones económicas, controlando el espacio de aforo y medidas de bioseguridad”
Con referencia al cronograma por número de cédula aplicado en Miranda y La Guaira, pese a que dijo que ha sido acatado por los comercios, indicó que una de las razones por las que creen que se no se podrá extender es porque el 90% de la gente vive del día a día.
“Con esta medida se exige a la persona que tenga capacidad para abastecerse una semana; y de eso no está en capacidad la familia venezolana”
Recordó en este sentido que, el consumo interno para final de año caerá un 70%, algo que refleja la poca viabilidad de las medidas para la actividad comercial y la capacidad de compra del venezolano.
Finalmente, Capozzolo insistió que una desescalada centrada en el principio de bioseguridad es la solución, porque toma en cuenta los medios de vida y la actividad productiva.
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