En los últimos dos años, el número de personas interesadas en convertirse en donantes del Instituto Anatómico “José Izquierdo” de la Universidad Central de Venezuela, ha aumentado motivado a los altos costos de los servicios funerarios.

Más de 100 donantes inscritos y en promedio unas 50 personas al mes solicitando información, para donar sus cuerpos. La razón no es necesariamente el deseo de apoyar la investigación científica sino una opción para sortear la crisis después de la muerte.

Un servicio funerario promedio puede rondar los 35 millones de bolívares, reportó, Katherine Pennacchio, periodista del portal Runrunes. Esto sin contar los gastos del entierro o la cremación que, dependiendo del lugar donde se realice, puede llegar a superar el precio del funeral.

Pennacchio informó que, “hace unos seis años el instituto  podía recibir unas cinco personas al mes, ahora vienen como 50 mensualmente preguntando los requisitos para ser donantes”.

No cualquiera puede ser donante de su cuerpo. Los donantes deben autorizar en vida a través de un documento notariado y cumplir con una serie de requisitos, ser mayor de edad, no haber fallecido por enfermedades como sida o hepatitis, tampoco como resultado de un accidente o muerte violenta, indicó Pennacchio.

Actualmente, tanto las inscripciones como el recibimiento de donantes en la UCV están detenidas por la falta del material necesario para mantener los cuerpos. “En febrero de este año dejaron de recibir cuerpos por falta de insumos imprescindibles para su conservación “, dijo la periodista.

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