En “El libro de los deseos” se cuenta lo que ocurre cuando Thelma, una madre de mediana edad, espera que su hijo Louis, en coma, regrese a la vida. En ese doloroso proceso, descubre un cuaderno en el que el pequeño tiene anotada la “Lista de cosas por hacer antes de que se termine el mundo”. Thelma se propone cumplir, paso a paso, cada ítem, con la esperanza de que Louis despierte.
El listado incluye tareas nada sencillas como “hacer un grafiti en una fachada militar, nadar con una ballena en lo profundo del mar, ir a Tokio a buscar un autógrafo de una celebridad del anime, y conocer a su padre”. Thelma va cumpliendo con las actividades escritas en el cuaderno con la esperanza de que Louis despierte. ¿Lo logrará? ¿Qué aprende de toda esta situación? Son las preguntas que responde el filme y que el espectador se lleva como reflexión.
Si bien esta cinta pertenece al género drama, su tono no es “melodramático”. El argumento recuerda un poco a la célebre “Todo sobre mi madre” de Pedro Almodóvar, film en el que la protagonista, Manuela pierde a su hijo Esteban, en medio de la calle y en su duelo se dispone a cumplir los objetivos que su hijo dejó anotados en su diario. Por otro lado, los nombres de los protagonistas Thelma y Louis, recuerdan inmediatamente a “Thelma y Louise” de Ridley Scott, dos heroínas que estuvieron juntas literalmente hasta la muerte.
Aunque “El libro de los deseos” no habla de la muerte, habla de la vida y de esos sueños por los que nos mantenemos vivos hasta cumplirlos.