Entre escepticismo y miradas de soslayo, Gobierno y oposición se vuelven a ver las caras en República Dominicana. Tras un receso de dos semanas, ambas facciones activan el día de hoy la mesa de diálogo en la que se espera sea suscrita la agenda con seis puntos que quedó pendiente el pasado 2 de diciembre en el país caribeño.

La ruta del proceso de diálogo, que está siendo acompañado por los cancilleres de Bolivia, Chile, México, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas; así como por el expresidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero y el propio Presidente del país anfitrión, Danilo Medina, transitará por temas medulares para la oposición como: “un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE), condiciones electorales para el 2018, observación internacional y de presos políticos”, según lo informó el presidente de la comisión de Política Exterior del parlamento y negociador por la oposición, diputado Luis Florido y suscrito por la esposa del político Leopoldo López, Lilian Tintori.

El restablecimiento de la Asamblea Nacional (AN), la habilitación de líderes políticos como el propio Leopoldo López, Henrique Capriles, Antonio Ledezma y María Corina Machado para que puedan participar en un proceso de elección así como la apertura de un canal humanitario para medicinas y comida serían otras de las aspiraciones de la bancada opositora en Santo Domingo, negada esta última de antemano por el Gobierno de Nicolás Maduro por considerarla un foco de intervención militar extranjera muy parecida a los previos de las acciones bélicas de Siria o Libia.

Florido aseveró: “Chile y México que son países de una larga tradición y que han venido participando en respaldo de la lucha del pueblo venezolano, no van a permitir una agenda que no sea a favor de los intereses del pueblo venezolano y del rescate de la democracia. Este es un proceso complejo, difícil, pero necesario. La historia no se equivoca porque las dictaduras terminan con una mesa de negociación”.

La delegación del Gobierno, por su parte, esgrimirá el reconocimiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) y el cese de las sanciones internacionales que han sido catalogadas por esa facción como producto del presidente de la AN en desacato, Julio Borges en confabulación con el gobierno de EEUU.

Y pese a que estría en veremos la comparecencia de Borges al salón de Los Espejos de la cancillería dominicana, está a la expectativa una aparición del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quién el pasado 10 de diciembre no descartó contribuir con el proceso de negociación asistiendo él mismo como mediador, pero aclaró que había que consultarlo con el presidente Danilo Medina.

El jefe de la comisión gubernamental para el diálogo, Jorge Rodríguez, sí confirmó su asistencia a la cita y exhortó el uso del diálogo como herramienta para solucionar las necesidades políticas, sociales y económicas del país.

“Estaremos allí en la reunión con los factores de la oposición, después de tanta insistencia hemos logrado que se sienten, hemos logrado que la oposición se siente en una mesa de diálogo, para dirimir y resolver los problemas sociales, económicos y políticos de Venezuela.

Pero no todos ven con buenos ojos el hecho de alcanzar medidas consensuadas con el Gobierno. El jefe de la fracción parlamentaria 16 de julio, Richard Blanco, adelantó que el diálogo no arrojaría ningún resultado, quedándose en “un viaje más” que hacen ambas facciones.

“Lamentablemente mañana (hoy) no habrán resultados positivos para la crisis que vive el país (…) Lo que requiere el pueblo es comida y los instrumentos médicos y quirúrgicos que no se ven en los hospitales”, dijo.

 

Créditos: Panorama