El presidente de Fedecámaras Carabobo, Jonatan Aldana, manifestó que en el estado se siguen presentando fallas eléctricas con mucha frecuencia, y que los apagones han sido más prolongados de lo normal. «Es una cuestión muy triste y caótica la situación del servicio eléctrico en nuestro estado, la cual afecta a todo el aparato productivo de este, y no tenemos una forma de cumplir con estas interrupciones que arruinan nuestros procesos de trabajo, comercialización, entre otras actividades», expresó.
Aldana explicó que las familias carabobeñas han tenido que buscar otras alternativas para tener servicio eléctrico cuando es una responsabilidad del Estado abastecer a los ciudadanos de todos los servicios públicos, y que en cuanto a estos, la calamidad sigue imperando en el estado Carabobo.
Dijo que pese a la situación, ellos como gremio han tenido que adaptarse y continuar realizando su trabajo de la mejor manera posible. En este sentido, destacó que “dentro del marco de los 100 años de la Organización Internacional para el Trabajo (OIT), nosotros quisimos hacer un evento que reuniera los diferentes sectores empresariales y laborales del estado, el cual se denominó, “Capital Carabajo”, para entrar en materia del tripartismo y lo que son los acuerdos sociales para llegar a convenios entre los diferentes actores que deben coincidir a la hora de tomar decisiones para fijar ciertos parámetros”, comentó el gremialista.
Dicho evento, contó con la presencia de Jorge Roig, ex presidente de Fedecámaras, como moderador, quien asumió la responsabilidad de llevarlo hasta el final de la mejor manera, según indicó Aldana durante una durante una entrevista con Richard Fortunato en el programa “Informe Fedecámaras”, quien también dijo que la decisión de llevarlo a cabo fue de la Asociación de Ejecutivos del estado Carabobo junto a la Cátedra de Relaciones Industriales de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales.
Así mismo, el también economista sostuvo que la actividad económica en el estado Carabobo, en términos de calidad, es aceptable, ya que aún muchas empresas se mantienen y han buscado la manera de sobrevivir, atendiendo a sus trabajadores para no sufrir su pérdida, y que el sector comercial, que es el que le da la cara al consumidor, siente el malestar de este, cuando los alimentos, los impuestos, los servicios o productos carecen o se dificulta adquirirlos.
“Una gran contradicción es esa política del gobierno de querer cobrar impuestos en lugar de darle volumen e incentivos a las empresas para generar y producir más, es decir, ampliar la base impositiva de estas para mejorar en vez de extraerles de su aparato productivo y ver un avance notorio o algún tipo de solución», concluyó.
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