El comercio mundial está dando señales de reactivación en medio de la profunda crisis económica provocada por la pandemia de la Covid-19 y es previsible que termine el año con una caída de 9,2 %, en lugar de los -12,9 % que se calculaba hace seis meses, según indicó hoy la OMC.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) divulgó los cálculos, incluida su previsión para 2021, en la que estima un crecimiento del volumen del comercio equivalente al 7,2 % y que significa que a finales de 2021 todavía no se habrá vuelto a la situación previa a la pandemia.
A la par, la OMC indicó que el PIB mundial se reducirá un 4,8 % este año, para aumentar el próximo al 4,9 %
Si se consigue controlar la propagación del virus y la caída se limita al -9,2 % previsto, esto significa cerrar 2020 en un escenario más positivo que el contemplado en abril.
En cambio, la recuperación que se prevé en 2021 es apenas un tercio del 21,3 % que se calculaba en abril, por lo que el escenario que predomina para el futuro próximo es el de una «débil recuperación».
«Un resurgimiento de la Covid-19 que requiera nuevos confinamientos podría reducir el crecimiento del PIB mundial de dos a tres puntos porcentuales y restar un 4 % al crecimiento del comercio de mercancías que se espera en 2021»,
advirtió el director general adjunto de la OMC, Xiaozhun Yi.
La contención de daños en el comercio internacional podría deberse en gran parte a la sostenida demanda de suministros médicos, así como de aparatos electrónicos y de bienes tecnológicos.
La demanda en estos dos últimos rubros aumentó en la primera mitad del año.
Otro sector que sufrió solo ligeramente fue el agropecuario «que se contrajo menos que el promedio mundial en el segundo trimestre, con -5 %, ya que los alimentos siguieron produciéndose y exportándose incluso en las situaciones de confinamiento más estricto», señala el análisis de la OMC.
Otro ha sido el panorama para la industria automotriz, cuyos productos registraron un fuerte descenso, con abril como su peor mes (-70 %), en parte por las perturbaciones de la oferta, pero también por la falta de demanda.
En junio este sector se había recuperado hasta situarse en un nivel inferior de solo -26 % con respecto al año anterior
Por otra parte, el impacto negativo de la pandemia sobre el comercio no ha sido comparable en las distintas regiones, puesto que el declive ha sido moderado en Asia (-6,1 %) y mucho más pronunciado en Europa (-19,3 %) y Norteamérica (-14,5%).
Otra singularidad de la actual situación es que los países exportadores de recursos se han visto menos afectados en términos de la venta de sus productos al exterior, pero han visto disminuir de forma considerable sus importaciones.
Yi explicó que el análisis de la OMC sólo cubre el comercio de mercancías y que el de servicios ha sido el más perjudicado por la emergencia sanitaria, al calcularse que ha sufrido una caída de 27 % desde febrero pasado.
Los servicios con peores resultados han sido los vinculados a los viajes y transportes, que suelen ser una fuente importante de ingresos para muchos países en desarrollo.
Por otra parte, Yi advirtió que uno de los mayores riesgos para la economía mundial en el periodo postcovid será descender al abismo del proteccionismo y que para evitarlo está la OMC, que es el foro al que los países podrán acudir para resolver los litigios comerciales que puedan surgir de este periodo de pandemia.
Aunque la disminución del comercio durante la pandemia es similar en magnitud a la registrada en la crisis financiera de 2008-2009, el contexto es muy diferente y la contracción del PIB es más pronunciada en la recesión actual.
Por ello se calcula que el volumen del comercio mundial de mercancías se reducirá solo dos veces más que el PIB, y no seis veces más como fue en 2009.
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Con informacion de OMC