De acuerdo con el presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras), Ricardo Cusanno, en términos de crecimiento y competitividad, desde que las franquicias llegaron al país, han sido y son una referencia de excelencia.
Esto, debido a los parámetros y procesos de calidad que manejan, las cuales no solo favorecen al consumidor y al sector para el que trabajan, sino a toda la cadena de valor.
«Las franquicias sin duda enarbolaron la bandera del bienestar, no solo en términos económicos, sino en términos personales e individuales»
Durante su intervención en la Asamblea de la Federación Iberoamericana de Franquicias, en la que Venezuela por primera vez fue la organizadora, aseveró que desde hace años, a la gremialidad le ha tocado defender los valores de la libre empresa y preceptos constitucionales.
Por lo que destacó que, en medio de un dramático cuadro, los dueños de franquicias más bien han estado «firmes«, previo y durante la pandemia, «con la reinvención del delivery, así como la búsqueda de financiamientos y la optimización del flujo de caja».
«Eso para nosotros es un aprendizaje que, sin duda alguna, en condiciones normales nos permitirá un exponencial crecimiento»
Recordó que en medio de una pérdida del 60% de las empresas en el país y con grandes restricciones a lo interno, donde está amenazada la propiedad privada, la situación «no ha amilanado al empresariado».
A juicio de Cusanno, las franquicias representaron para Venezuela un modelo a seguir desde inicio de los años 90’s, cuando se dio paso la inversión privada extranjera, ya que se establecieron legalmente respetando derechos y procesos.
De forma que, consideró que fue a partir de ese momento donde surgieron empresarios que empezaron a generar puestos de empleos y competitividad con productos que terminaron convirtiéndose en franquicias y que terminaron potenciando hasta la actualidad, al seno de la gremialidad.
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