El próximo 18 de julio serán presentados los resultados de la Encuesta Nacional de Salarios, en su 25 edición. El tema es particularmente importante porque en la misma se reflejan los hallazgos en cuanto a las maneras como la crisis ha impactado las prácticas hasta ahora conocidas y ha dado pasos a nuevas formas de relación con el trabajo, desde el empleo, con las empresas y organizaciones.

María Isabel Párraga conversó con Mirna González, directora de la Asociación Venezolana de Gestión Humana, autores de la encuesta, en el programa «Marca País».

«Apoyamos toda la gestión de recursos humanos en Venezuela y esta encuesta es nuestro producto bandera. Antes era anual, semestral y ahora, con todo el tema de crisis y los aumentos de salarios, se hace cada 2 meses», señaló.

Sobre los hallazgos, dijo que han encontrado que las empresas hacen un gran esfuerzo por adecuar las estructuras administrativas internas a las nuevas dinámicas que ha impuesto la crisis, como el tema del ausentismo por la falta de transporte y de efectivo, para mencionar tan solo algunos ejemplos. «Lo que nos hemos encontrado son unas macro diferencias en cómo llevas a ese empleado a un poder adquisitivo que le permita vivir, mantenerse y desarrollarse. Allí es cuando nuestra función es asesorar a las empresas en cómo establecer tendencias y oportunidades para equilibrar, en las medida de lo posible, el tema del salario en relación con la hiperinflación».

El salario siempre ha sido un tema sensible. En la actualidad el cash o efectivo se diluye como consecuencia de la crisis económica que impacta, entre otras consecuencias, al poder adquisitivo del trabajador.

Para González, los problemas que se han derivado de la crisis de cotidianidad del venezolano en relación con el trabajo, han dado lugar a nuevas formas de ejercer las labores. «Están las nuevas tendencias, trabajar desde casa, por objetivos, free lance, lo laboral se está flexibilizando». Pero no son solo los problemas asociados a los servicios básicos los que están modificando las relaciones laborales, sino también el éxodo de los recursos humanos. «El tema genera que las personas que se quedan tengan más trabajo. Cuando buscas en el mercado, las expectativas son mucho más altas. Todo eso hay que hablarlo con el empleado. El que viene de afuera tiene expectativas más alta y eso me mueve la estructura salarial interna».

La nueva tendencia: el salario emocional

«El salario emocional tiene que ver con el tema  relacional. Es ese ambiente que engloba al empleado dentro de su función y ambiente de trabajo. Ejemplo, la libertad en la vestimenta. Incluye la recreación, ambientes y espacios de trabajo más abiertos y relajados. Dicho de otro modo,  es cómo me conecto contigo desde otro lado que no sea monetario, cómo te hago más sencillo y fácil la vida».

«La flexibilidad  tiene que ser útil», tanto para las empresas como para los trabajadores, concluyó.

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