Lucía Quero, licenciada en administración pública, dio a conocer su proyecto a través del aroma que tiene la selva amazónica.
Lucía Quero, una mujer que soltó las amarras de la administración pública para dedicarse a una de sus pasiones: la cocina; su propuesta tiene aroma a selva amazónica.
“Fueron cinco años para que las comunidades ancestrales me aceptaran. Mi lema sigue siendo: “devolver a la selva lo que la selva te ha dado”, aseguró.
Desde su centro de producción ubicado en Boleíta Sur recibe a periodistas, alumnos, expertos en gastronomía, a personas que han escuchado su nombre y quieren probar sus sabores aborígenes.
“Cada año, voy a estas tierras con donaciones que salen de mi bolsillo, o de personas que acompañan este emprendimiento social. Libros, cuadernos, ropa, entre otros insumos, que siempre adquirimos mensualmente”, afirmó.
Una de las metas de Quero es que la despensa amazónica sea reconocida. “Es nuestra; el Amazonas nos pertenece no solo es el oro que tenemos”, por eso celebra la difusión y el contacto que tiene con sus alumnos, cocineros y la prensa.
“Me hace sentir bien, me hace sentir viva; me hace sentir que podemos hacer algo por nuestro país” comenta orgullosa.
Hasta el momento, ha elaborado más de 30 productos. En su despensa hay: Murupi en vinagre, sirope de manaca, papelón con kumache, batatas con remolacha; polvo de copoazú, mermeladas; harinas alternativas de yuca, mapuey, pijiguao; pasta artesanal;galletas saladas, ponche de sarrapia, entre otras delicias.
Mi centro de producción segura de que, conmigo se adapta, se crea, se potencia y desgusta la selva porque yo soy Venezuela.
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