Nunca está de más recordar una realidad incómoda, de esas que duelen: mientras una de cada diez personas en el mundo pasa hambre, un tercio de los alimentos que producimos acaba en la basura. Puede parecer descorazonador y lo es. Pero tampoco está de más recordar que cada vez hay más personas que se rebelan contra la lacra del despilfarro de comida y ponen en marcha proyectos maravillosos que tienen como finalidad acabar con este sinsentido. Son historias reconfortantes, algunas de las cuales están incluidas en ‘Los tomates de verdad son feos’, un libro sobre despilfarro de alimentos. Desde que ‘Los tomates de verdad son feos’ se publicó, nos hemos encontrado con otras muchas personas valerosas que han arrancado iniciativas estupendas contra el desperdicio alimentario.

Desirée Taboada trabajó durante 10 años en una empresa que brindaba servicios de márquetin. “Durante ese tiempo vi en muchas ocasiones cómo se desperdician toneladas de alimentos que estaban en perfecto estado”, señala. Después de tomarse un año sabático, Désirée se afincó en Barcelona y decidió desarrollar un proyecto empresarial relacionado con la tecnología y con un espíritu social. Así nació ‘I am Perfect Food’, un supermercado online en el que se venden con descuentos de hasta el 80 % los productos que la industria alimentaria y los supermercados descartan porque están cerca de su fecha de consumo preferente o simplemente porque tienen imperfecciones o defectos en su exterior.

Desirée se muestra entusiasmada con su proyecto. “Los y las compradoras ahorran, la industria recupera parte del dinero que actualmente pierde y nosotras hacemos crecer nuestra empresa, es una relación donde todos ganamos”, afirma. El supermercado online es solo el inicio de todo un plan que han diseñado para contribuir a paliar el desperdicio alimentario: “tenemos en mente poder donar parte de nuestros beneficios a organizaciones e iniciativas que luchan contra el hambre y la desnutrición en el mundo. Estamos en un estadio inicial de la empresa. Hemos empezado a operar en Barcelona, pero siempre tenemos puesta la mirada más allá”.

Eva Jorge, oriunda de Barcelona, había estado dos décadas trabajando en una multinacional del sector de la limpieza profesional, cuando fundó weSAVEeat. Ella era plenamente consciente de cómo se tiraban kilos y kilos de comida en cafeterías, hoteles y restaurantes. “Mi hijo estaba pensando en hacer un trabajo sobre el desperdicio alimentario. En ese momento me planteé cambiar de rumbo y pensar en una solución para dar salida a toda la comida que les sobra a estos establecimientos”. Ese fue el origen de weSAVEeat, una aplicación para móvil que permite a los usuarios comprar a precio muy reducido los excedentes diarios que ofrecen los restaurantes, las panaderías y las cafeterías adheridos a la iniciativa. Con este proyecto todos ganan: los establecimientos consiguen vender artículos que estaban destinados a acabar en el cubo de la basura mientras que los usuarios pueden adquirir a precio de ganga “alimentos perfectamente aptos para el consumo”.

weSAVEeat arrancó comercialmente a finales de octubre y, según señala la propia Eva, la valoración no puede ser más positiva: “llevamos 20.000 descargas de la aplicación, 5.200 usuarios activos, 150 restaurantes entre Barcelona, Madrid y Zaragoza y lo más importante 1 TONELADA de comida salvada. Además de estas cifras tenemos la suerte de haber conocido personas increíbles que se están uniendo cada día a nosotros para luchar contra el desperdicio alimentario. ¿Qué más se puede pedir?”.

Desirée y Eva: dos mujeres valientes, que se han propuesto acabar con el despilfarro de comida con la ayuda de la tecnología. Desirée y Eva: dos mujeres que nos demuestran que cambiar el mundo es cosa tanto de hombres como de mujeres.

Créditos: El País