Héctor Orochena, consultor y auditor tributario, aseveró que el mejor estímulo que puede haber para el uso del bolívar es la derogatoria del impuesto a las grandes transacciones financieras.
Orochena aseveró que se trata de un impuesto que grava las operaciones financieras de los «mal llamados sujetos pasivos especiales». Destacó que la calificación de mal llamado sujetos pasivos especiales se debe a que en Venezuela desde hace muchos años la administración tributaria ha venido subvalorando la unidad, puntualizó que esa subvaloración ha significado que muchos pequeños contribuyentes de pequeñas empresas sean calificados como sujetos pasivos especiales y en consecuencia obligados al pago de este tributo.
“Hoy en día para calificar como sujeto pasivo especial basta que tú tengas un ingreso anual de setenta mil unidades tributarias, que multiplicado por cero coma cero bolívares eso te da como seiscientos bolívares al año, es decir, cualquier cosa”
Continuando con ese orden de ideas Orochena sostuvo que si el gobierno venezolano pretendiera de alguna manera estimular el uso del bolívar por encima del dólar la primera medida lógica y sensata que debería considera sería la derogatoria completa de este tributo, lo que explicó significaría para las empresas un ahorro del dos por ciento de su flujo de caja.
El consultor manifestó que hoy día existe un decreto dirigido por el gobierno nacional según el cual si se pagan las deudas desde cuentas en monedas extranjeras de bancos venezolanos la tasa aplicable a ese retiro es de cero 0%.
Orochena puntualizó que por otra parte si se es contribuyente especial y se pagan las deudas a través de la banca pública nacional en bolívares se cobran el 2%.
“Eso por definición te estimula al pago en el uso del dólar porque te ahorras el dos por ciento”
Orochena expresó, en entrevista para el espacio Análisis de Entorno, que es muy probable que la reforma que introduzca la vicepresidente Delcy Rodríguez vaya más conducida a la reducción de la alícuota que a la eliminación del impuesto, señalo que entonces se podría pensar que si actualmente la alícuota es del 2%, podrían los expertos suponer que la alícuota bajaría al 1%. Tratando así de mantener la recaudación pero con una tasa mucho menor, que de alguna forma pueda estimular al uso del Bolívar por encima del dólar como moneda de pago de preferencia.
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