La propuesta del Ejecutivo Nacional de instalar una Asamblea Nacional Constituyente (ANC), disponía del cumplimiento de tres funciones:
- Transformar el estado.
- Crear un nuevo ordenamiento jurídico.
- Redactar una nueva constitución.
Desde un principio, el organismo se está atribuyendo acciones que no le corresponden y, en dado caso, no están cumpliendo con su principal excusa, «redactar una nueva constitución». Constitución que, al ser reformada, debe ser aprobada en referéndum, añadió.
Sobre las legislaciones
“Todo lo que está fuera de la Constitución implica que estamos ante la presencia de un Estado donde no existe el estado derecho”, es decir, que está fuera de las normas.
A su vez, catalogó de inconstitucionales los argumentos de la ANC sobre la posesión de un poder originario. Esto se debe, según él, a que el mencionado poder “descansa en el pueblo y no en una asamblea u organización de representantes, (…) es intransferible”.
Del Pino asegura que la “ANC se siente supraconstitucional” y se esconden detrás del ART. 349.
“La constitución no puede tener una puerta al suicidio (…) el estado de derecho no puede tener una puerta a autodestruirse”, sentenció.
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