Ectolife es un proyecto que tiene como objetivo crear embarazo sintético en el que los bebés se desarrollan en fábricas, dispuestos en cápsulas de crecimiento transparentes.
«El útero artificial más grande del mundo» plantea una solución al problema de la natalidad en Europa. Según datos del INE, la tasa bruta de natalidad en la UE era de 10,2 en 2001 y disminuyó hasta llegar a 9,1 en 2020.
Según detalla la publicación New Atlas, los fetos «gozarían» de toda clase de comodidades y vigilancia en estos laboratorios uterinos. Numerosos sensores registrarían sus constantes vitales, sus características físicas y sus gritos de auxilio, enviando notificaciones sobre su progreso al smartphone de sus progenitores.
La app facilitaría imágenes en alta resolución, permitiría hablar con el embrión a través de los altavoces internos de la cápsula o ponerse un chaleco háptico para sentir las patadas del feto. Incluso es posible ponerse unos auriculares de realidad virtual y ver imágenes de 360 grados desde la perspectiva del bebé.
Hashem Al-Ghaili, biotecnólogo y divulgador científico, es el responsable de proyecto. Explicó que Ectolife constará de 75 laboratorios independientes, cada uno de ellos con 400 cápsulas responsables de imitar las condiciones del útero materno.
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