Rafael Quiroz, economista especializado en petróleo, aseguró que Chevron podría aprovechar la coyuntura política de la prohibición de importaciones de petróleo ruso por parte de Estados Unidos (EE.UU.) para tomar ventaja.
“Dado el gran atractivo que representa para el parque refinador, ubicado en los estados ribereños del Golfo de México, procesar el crudo ácido pesado venezolano, además de poder presionar a PDVSA, y dar tiempo, para el cobro de la deuda pendiente que supera los 1.700 millones de dólares”, indicó.
Así lo considera el economista petrolero Rafael Quiroz Serrano, a través de una nota de prensa, en la que comenta la coyuntura y el papel de Chevron y otras empresas petroleras internacionales en Venezuela en el futuro.
“Esta posibilidad pudiera significar un aumento de la producción de Chevron de unos 200.000 a 300.000 barriles diarios máximo, para finales de diciembre, y comportaría una inversión no menor a 2.500 millones de dólares, pero ello debe conllevar para la petrolera estadounidense el derecho a comerciar su producción dentro de un esquema, avalado por PDVSA, bajo el cual pueda ir cobrándose la deuda”, sentencia Quiroz.
Sin embargo, Quiroz también advirtió que dicha acción bien ha podido realizarla Chevron antes del 2019 cuando se iniciaron las sanciones, y se pregunta ¿por qué no lo hizo?
Quiroz sostuvo que, a su juicio, aparte del interés de Chevron, en las empresas mixtas (Petro-Piar), participan otras empresas socias de PDVSA que pueden también sacar provecho de esta coyuntura, tanto para comerciar crudo que puedan verse estimuladas a reiniciar su producción, y enjugar deudas existentes y pagos de dividendos que están en tubería.
Admitió que en la actual coyuntura, Chevron y otras empresas pudieran lograr la modificación de su licencia para Venezuela, que solo permite labores de mantenimiento en las empresas mixtas que tienen con Pdvsa.
“Las demás empresas estadounidenses como Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford, no se ha dicho nada, pero igualmente van a resultar también favorecidas de darse tales flexibilizaciones”, vaticinó el economista.
Quiroz reiteró su escepticismo acerca de las cifras de producción petrolera oficiales que ha comunicado el el Ejecutivo nacional y el ministro Tareck El Aissami:
“Rystad, la consultora nórdica, estima que la producción puede subir hasta 1.15 MMB/D en tres a seis meses, y la capacidad de producción en cabeza de pozo hasta 1.5 MMB/D, pero nunca a 2 MMB/D para finales de este diciembre, tal como irresponsablemente lo prometieron Nicolás Maduro y su ministro Tareck El-Aissami, y menos aún a 3 MMB/D para finales del año 2023. No hay duda que la ignorancia activa es audaz y atrevida”, dice Quiroz.
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