Reseña de “Jaula” de Rafa Vera

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Jaula (2020) la primera novela del escritor español Rafa Vera quien ya es conocido por sus relatos, impresiona por su juego de personajes que van llenando un tablero, cada uno habitando su propia jaula.

Su protagonista es una mujer motivada por la venganza y el deseo de supervivencia.

En este ajedrez del poder, el peón alcanzará una posición privilegiada para dominar la partida.

Las apariencias engañan y un personaje débil, sumido en las terribles circunstancias de la pobreza, la enfermedad y la soledad, sacará fuerzas para devolver el golpe. Todos tendrán que plegarse a sus reglas en el juego de la vida.

Ahora es una mujer que tiene lo más peligroso que puede tener una persona: nada que perder. Ni familia, ni vivienda, ni trabajo. Una cosa sí le queda, el deseo de hacer pagar a esas cuatro ratas, enjauladas por todo el daño que han causado. (pág.124)

Vidas que tienen mucho en común, la ambición, la soledad, la jaula en la que habitan. Todas ellas tendrán un destino común a través de una carta misteriosa que los colocará en el mismo terreno.

Personajes variopintos pululan, viven aparentando, cada uno basado en sus propios intereses sin importar a quiénes se lleven por delante. Es ahí donde radica el trasfondo de Jaula. Una novela guiada por un hilo narrativo muy interesante, que nos muestra la degradación social y por un momento, quien cree estar seguro arriba, se tambaleará y caerá al abismo.

La vida es un teatro de opuestos, los ricos y los pobres, los poderosos y los humildes. Libertad Otero Guevara, su padre Joaquín, su madre Paquita y su hermano Felipe, están en el lado más débil de la balanza.

Rafa Vera perfila sus personajes con mucha precisión. El director de un banco, el empresario ambicioso, la hija del empresario, el abogado sin escrúpulos, el matón de los desahucios. Todo un engranaje social en el que cada uno ocupa su lugar en el tablero, victimizando al que está abajo.

El escritor presenta en Jaula historia bien estructurada y muy cinematográfica en la que ubica a cada actor en un capítulo y logra que el lector imagine a cada uno en su propia jaula.

Jaula es un relato crudo, despiadado. El autor, como si fuera un titiritero presenta uno a uno los singulares actores de un teatro que apenas está por comenzar.

Don Osorio Quintanilla Valcárcel desde su jaula personal en el banco que es su trinchera, se jacta en despreciar a los clientes pobres a quienes considera de escaso interés, según sus prejuicios. Para él, es mejor atender clientes ricos, son más convenientes. Es un personaje “rancio” que sueña con su retiro cómodo en Benidorm a fuerza de comisiones millonarias.

Don Gregorio Rubén Ojeda Garagarza, el millonario, hace la jugada de su vida para obtener una comisión que le permitirá retirarse de por vida, liberándose de la jaula en la que habita. Se siente el más poderoso en el Monopoly de su existencia.

El siguiente paso es volver a casa y dejarlo todo bien atado: permisos, préstamos, sobres por aquí, maletines por allá y retiro caribeño. Lleva una vida envidiable, pero el trabajo a su edad es más una jaula que el entretenimiento de antaño. Necesita volar libre.  (pág.25)

Doña María Matilda Ojeda Cantizano es la millonaria heredera que sigue las enseñanzas de su padre en medio de su frivolidad. Sin duda, impondrá mano de hierro en las empresas de su padre.

Don Rodolfo Ugarte Navas, el abogado de origen humilde que desprecia su pasado porque la ambición desmedida domina sus acciones.

¿Qué sabrán ellos de lo dura que es la vida de un abogado? Pobres infelices, en un mes duplica sus sueldos de un año. Ya es libre, ha dejado atrás su jaula de pobreza y la ha cambiado por una más espaciosa (pág.42)

Don Luciano Sánchez Daza, alias la bestia, es el encargado de los desahucios. Se cree “un Geyperman de metro noventa y ciento veinte kilos de puro músculo”. Su última operación ha sido impecable, un viejo y una jovencita pálida e insignificante. Ya los ha expulsado del inmueble. Ese ya no es su problema.

Estos personajes tienen en común, el desprecio por los que consideran inferiores. El dinero es su ley y hasta venderían su alma al diablo para enriquecerse cada día más.

Contra todos ellos se enfrentará Libertad, quien deberá hacer lo que sea para sobrevivir hasta degradar su cuerpo. Apenas le quedan 74 euros en la cartera.

Dos opciones tiene: hundirse más y más en la pestilente inmundicia que le cubre hasta los hombros, o sacar fuerzas de flaqueza y tratar de hacer algo de provecho. (pág.86)

Para Libertad, el juego final ha llegado. Como su madre le decía: hoy es el primer día del resto de tu vida.

«Solo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto. León Daudí (1905–1985) Escritor español”. (pág.94)

Con información de QuéLeer


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