Robos y hurtos a conjuntos residenciales e inmuebles son precedidos por una fase de vigilancia o tanteo

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A menudo, los robos y hurtos a los conjuntos residenciales e inmuebles son precedidos por una fase de vigilancia o tanteo. Es posible que las potenciales víctimas no estén al tanto de que han sido escogidas por algún delincuente. Pero si se pone atención, el ciudadano común estará en capacidad de detectar que se encuentra en una situación de riesgo.

Básicamente, en esta fase de vigilancia o tanteo, el delincuente está recopilando información sobre las características del botín que podrá encontrar en un determinado inmueble, así como los procedimientos que deberá aplicar para vencer las barreras que se le presentarán.

Recientemente, quien les habla pudo detectar una de tales situaciones. Dos jóvenes intentaban entrar al estacionamiento de un edificio en el este de Caracas, y cuando se les preguntó de frente cuál era el propósito de su presencia en el lugar argumentaron que estaban pidiendo autorización a la junta para llevar a cabo trabajos de desmalezado.

Sucede que la junta de condominio no contrata a este tipo de personas para hacer las podas de los jardines en ese edificio. Además, la forma subrepticia como estos individuos intentaban acceder a las áreas comunes del edificio indicaba un interés urgente por trasponer una barrera. Es posible incluso que alguno de ellos estuviese en la disposición de cometer un hurto a partes o piezas de vehículos en ese mismo momento. Pero como no se les permitió el acceso tuvieron que desistir momentáneamente. Sin embargo, al poco tiempo volvieron y contactaron a otro vecino, a través del intercomunicador.

Aunque se trata de una táctica torpe la relatada en este ejemplo, es claro que en la situación actual muchas personas están dispuestas a actuar de esa forma, llevadas por la urgencia de la situación económica, y otros factores. Esto obliga a los vecinos a redoblar los cuidados en las barreras perimetrales y mejorar aún más los controles de acceso a sus inmuebles.

Otra forma de tanteo o de recopilación de información es a través de los trabajadores ocasionales de todo tipo que son contratados por propietarios o por las propias juntas de condominio.

Aunque los plomeros, electricistas y técnicos de todo tipo prestan importantes servicios a los condominios y a los propietarios individuales, es posible que de forma simultánea estas personas se den a la tarea de vigilar el entorno para detectar posibles flaquezas y sitios atractivos para robos o hurtos. Recientemente, por ejemplo, corrió por las redes sociales el video tomado por una cámara de vigilancia que muestra el momento en que un hombre que hacía la entrega de botellones de agua aprovechaba el descuido del propietario del inmueble para hurtar un teléfono que estaba adentro de un bolso, en la entrada.

Lo que estas personas están buscando es evaluar oportunidades para cometer delitos, con el menor riesgo y la mayor ganancia posible. Si los vecinos actúan de forma descuidada, transmitirán la noción de que los delincuentes están ante un objetivo alcanzable con facilidad.

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