La especulación supone, por lo tanto, la existencia de controles de precios en la cadena de producción, pero especialmente en las ventas al por menor.

La referencia a la especulación en este espacio viene a propósito de la detención, durante la semana que finalizó el 15 de marzo, de por lo menos cuatro encargados de locales comerciales o vendedores particulares, que fueron detectados in fraganti cuando intentaban comerciar mascarillas, gel antibacterial y guantes quirúrgicos a precios considerados excesivos por la autoridad que ejecutaba el procedimiento, que generalmente fue la policía nacional.

Aunque gozan de cierto respaldo popular, estos procedimientos están caracterizados por un alto grado de arbitrariedad, puesto que el proceso de liberalización económica había ocasionado un relajamiento en los controles de precios, al punto que ya la autoridad había cesado la emisión de listados con los precios correspondientes

El análisis sobre la aparente renovación de los controles de precios, a propósito de la crisis generada por el coronavirus en el país los casos detectados la semana pasada, por la policía nacional en Caracas y Carabobo, con las características de flagrancia reportadas, suponen que los agentes tienen un estándar de comparación para determinar si los precios de las mascarillas o del gel antibacterial son superiores a lo establecido estas acciones obedecen a la lógica implantada en el país a propósito de la llamada “guerra económica”, en la cual la policía nacional por cierto fue un actor importante.

Sin embargo, a pesar del revuelo ocasionado por ciertas actuaciones, la realidad indica que son pocos los casos de especulación que realmente han pasado a las estadísticas oficiales.

En 2017, por ejemplo, fueron solo ocho. Y para 2019 la cifra total se había reducido a la mitad, y se trataba de procedimientos esporádicos, que a menudo involucraron el comercio de medicamentos.