La ciudad de Shenzen, en China, puede considerarse el corazón de la era móvil. La inmensa mayoría de los smartphones que usamos a diario en todo el planeta se fabrican ahí, independientemente de la marca. Pero desde hoy la región de Uttar Pradesh, en la India, puede mirar desafiante a esta ciudad china. Con su última ampliación, la fabrica que la compañía Samsung tiene a las afueras de Delhi se ha convertido en la mayor fábrica de teléfonos móviles del mundo.

Hasta hoy, Samsung fabricaba en esta planta cerca de 60 millones de teléfonos al año. La ampliación, que duplica la capacidad y se hará de forma escalonada durante los próximos dos años, llevará a producir cerca de 10 millones de teléfonos por mes.

La compañía coreana fabricará todos tipo de modelos en esta planta, desde móviles de gama baja hasta los modelos más avanzados de su catálogo, como el Galaxy S9, su último gran teléfono móvil hasta la fecha.

La inauguración de las nuevas líneas de producción, a las que ha asistido el presidente de Corea del Sur Moon Jae-in, ha sido recibida como una victoria de las políticas proteccionistas del primer ministro del país, Narendra Modi.

Desde hace años, India impone altas tarifas de importación a los productos de electrónica fabricados fuera de sus fronteras. Puede permitírselo porque el país es el próximo gran territorio de expansión del smartphone. Sólo el 30% de sus 1.300 millones de habitantes cuenta con uno y este enorme potencial de crecimiento es irresistible para las compañías de telefonía, que en los últimos años han visto desinflarse las cifras de ventas por la saturación de los mercados occidentales y la China urbana.

La posibilidad de hacerse con parte de este mercado les ha llevado a invertir grandes cantidades de dinero en la creación de nuevas fábricas dentro del país. Incluso Apple, que suele favorecer la concentración de sus líneas de producción, ha claudicado y se ha visto forzada a fabricar parte de sus iPhones en Bangalore.

Las ventas de smartphones en India crecieron el año pasado un 14%, rozando los 125 millones de unidades. El país incluso adelantó a EE.UU. como segundo mayor mercado de smartphones del planeta, y ahora está sólo por detrás de China.

Samsung lideraba hasta el año pasado la clasificación de empresas de telefonía en la región, pero se ha visto superada recientemente por la compañía china Xiaomi, que durante 2017 ha realizado un agresivo despliegue comercial en las grandes ciudades de India con teléfonos a muy bajo precio.

Créditos: El Mundo

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