El presidente de ASOQUIM, Guillermo Wallis, señaló que durante el segundo semestre de 2022 se produjo un frenazo en la economía que generó una drástica caída en las ventas a finales de año. Actualmente los principales obstáculos para la producción y el comercio del sector químico son baja demanda nacional, falta de financiamiento, competencia desigual de productos terminados importados; exceso de tributos fiscales y parafiscales y dificultad en el acceso a materias primas de producción nacional
Para que haya una verdadera recuperación del sector químico venezolano, urge que se tomen medidas que permitan incrementar la producción y las ventas, entre las cuales destacan la revisión del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), así como de las demás estructuras impositivas nacionales, estadales, municipales y parafiscales; regulación de la competencia desigual de productos importados terminados; permitir el crédito en divisas y mejorar el acceso a materias primas nacionales.
Guillermo Wallis, presidente de la Asociación Venezolana de la Industria Química y Petroquímica, ASOQUIM, afirmó que el segundo semestre de 2022 no cubrió las expectativas del sector. Agregó que si bien es cierto que durante el primer semestre del pasado año hubo un pequeño repunte de la economía, los resultados al cierre del segundo semestre no fueron positivos. De hecho, impulsadas por la mejoría de los primeros meses, las empresas hicieron su mejor esfuerzo para incrementar la producción, pero eso no fue compensado por un incremento en las ventas.
Según los resultados de la encuesta de coyuntura del cuarto trimestre de 2022, sólo 48,6% de los consultados señaló que sus ventas crecieron con respecto al tercer trimestre del pasado año.
Asimismo, es importante destacar que actualmente 82,6% de las empresas apenas utiliza entre el 0% y el 40% de su capacidad instalada, porcentaje que sigue estando muy por debajo del nivel óptimo de 80% de utilización de la capacidad.
Por otra parte, 73,9% de los encuestados afirmó que sus niveles de producción subieron durante el último trimestre de 2022. Al respecto, Guillermo Wallis explicó que, ante la perspectiva de una mejora en la economía que efectivamente se dio durante el primer semestre del año pasado, la mayoría de las compañías se arriesgó a comprar mayor cantidad de materia prima para poder producir y vender más, tomando en cuenta que parecía que el consumidor tendría un poco más de disponibilidad para adquirir productos diferentes a alimentos y medicinas. Sin embargo, el frenazo de la economía en el segundo semestre del año, produjo que las expectativas de venta no se cumplieran y la mayoría de las empresas se quedó con una gran cantidad de mercancía, lo que está generando pérdidas importantes.
Y si bien ASOQUIM espera que la recuperación de la producción petrolera del país debido a la licencia otorgada a Chevron pueda impulsar la economía en los próximos meses, es necesario que el país no siga dependiendo de factores exógenos, sino que más bien se fortalezca como consecuencia de políticas internas que propicien el crecimiento de la producción industrial nacional y atraiga nuevas inversiones.
Wallis reiteró que, aun cuando las expectativas no son las más optimistas en estos momentos, el sector químico seguirá haciendo su mejor esfuerzo.
- Acuerdo con Colombia
En cuanto a la reciente renegociación del Acuerdo de Alcance Parcial Comercial (AAP.C N° 28) con Colombia, ASOQUIM expresó su preocupación debido a que aún se mantiene una situación de desventaja con respecto al producto colombiano.
Previo a la firma del acuerdo, el gremio envió una comunicación al Ejecutivo nacional señalando que la mayoría de los productos del sector químico nacional no está en condiciones de competir de igual a igual con los productos colombianos debido a la entrada al país de productos terminados importados sin pagar arancel e IVA; altos costos logísticos y de trámites aduanales; sobrevaluación cambiaria estructural en Venezuela, lo que hace costosas las exportaciones de la industria nacional; altos costos comparativos de la materia prima y falta de acceso a algunas de ellas, tanto nacionales como importadas; elevada carga impositiva nacional, regional y municipal; elevados costos financieros por las transacciones internacionales y deterioro de la infraestructura de servicios públicos y operacional (energía eléctrica, agua, comunicaciones, combustibles).
Por dichas razones se había solicitado una medida temporal de protección para la industria química nacional, mientras se mejoraba la capacidad competitiva del sector. Sin embargo, esto no se materializó.
No obstante, se pudo conocer que están previstas una serie de reuniones entre el Ejecutivo Nacional y los diferentes sectores como lubricantes, pinturas, pegamentos, plásticos, detergentes, entre otros, para revisar cuáles son los problemas puntuales y tratar de buscar soluciones que permitan que el comercio entre ambos países pueda convertirse en un factor positivo para la industria nacional.
Nota de prensa
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