Sergio Sáez, ingeniero y coordinador del libro “¿Quién destruyó a PDVSA? La gestión de Rafael Ramírez”, puntualizó que un grupo de profesionales de la industria petrolera, petroquímica y energética nacional, desde hace «muchos» años han estado escribiendo sobre diversos temas que preocupan a los ciudadanos venezolanos, «especialmente» sobre Pdvsa empresa que fue generadora por excelencia de más del 95% de los ingresos del país.
Aseguró que son muchos participantes los que han conducido al país a este «desastre” tanto instituciones públicas y empresas del estado que a su juicio, requerían ser tratados en profundidad.
“Nosotros por la ascendencia que tiene para el estado venezolano, se escogió PDVSA como primer objetivo y claro está quien cumpliera como presidente de dicha empresa por 12 años de este régimen, Rafael Ramírez Carreño como causante principal del desastre”
Durante el programa Petroguía, El ingeniero precisó que en el libro se escogieron varios temas debidamente documentados que evidencian la responsabilidad que recae sobre el personaje con sentido al desastre en el que está PDVSA.
Asimismo Sáez compartió un fragmento del libro que dice: La condición que Rafael Ramírez ejerciese simultáneamente, los cargos de ministro de poder popular de petróleo en minería que le imponen entre sus principales atribuciones como miembro la asamblea de accionista de PDVSA quien ejerce la suprema dirección administrativa por conocer y aprobar el informe anual de la junta directiva de los estados financieros y los presupuestos consolidados de inversiones y de operaciones de PDVSA de las sociedades o entes filiales…
Escuche el audio completo aquí:
Capitulo: la explosión de la refinería de Amuay en 2012
Por otra parte, el ingeniero Rómulo Estanga, uno de los escritores del libro, destacó que en este capítulo prevalecieron las ideologías, los interés personales de poder y el dinero así como intereses del presidente de PDVSA y de un grupo que estuvo liderando la misma, que fueron más allá con respecto a la cultura de generación de ingresos y de bienestar para la nación.
Siguió explicando, que fueron más allá de la eficiencia, productividad y seguridad de la operación de la empresa, de la confiabilidad y la responsabilidad de la misma. “Prevalecieron fueron ideología poder y dinero”.
“Eso por supuesto trajo conducción y muchas mentiras. Cuando uno analiza y profundiza el caso de Amuay, yo lo llamó como un signo de lo que es la destrucción y la corrupción de lo que pasa y lo que es hoy en día PDVSA como un todo, incluyéndole todo el parque de refinador nacional, la petroquímica, la parte de gasifica y todo lo que es la industria petrolera”.
Lea también: