La dirigencia del movimiento sindical independiente rechazó la reelección presidencial por considerar que está signada por la ilegalidad, desde su convocatoria por la asamblea nacional constituyente y el Consejo Nacional Electoral hasta los resultados de la votación. “El gran perdedor de las elecciones del domingo fue Nicolás Maduro”, aseguró Pedro Arturo Moreno, directivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela.
Afirmó que las cifras de votos presentados por el CNE están abultados: contrastan con la baja participación de los venezolanos que se evidenció en los centros vacíos.
Moreno no cree en la recuperación económica prometida en la campaña electoral ni en el entendimiento nacional y cambio de rumbo de la economía asomados por el primer mandatario, pues la experiencia de los años de gobierno de Hugo Chávez y Maduro “es la destrucción del aparato productivo y de los empleos”.
En el acto de proclamación en el CNE, Maduro anunció el lunes la creación de una comisión de asesoría económica nacional e internacional y facultó al vicepresidente, Tareck el Assaimi, para que la instale.
Dick Guanique, dirigente del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, recalcó que el ventajismo mostrado por el oficialismo en la elección profundiza la desconfianza de los venezolanos y los trabajadores en que se den cambios económicos y políticos positivos en el gobierno.
El sindicalista explicó que con la pérdida del poder de compra del salario y las dificultades para llegar a los centros de trabajo, por la falta de transporte colectivo, muchos empleados del sector formal renuncian para dedicarse a otras cosas como jugar la lotería de animalitos o vender plátanos y cambures en la calle. “El empleo formal se precariza cada vez más en Venezuela”, afirmó.
Pablo Zambrano, coordinador del Movimiento de Sindicatos de Base, añadió que no hay indicios de que el gobierno respete el derecho a la protesta de los trabajadores por sus reivindicaciones. “Exigimos el
desarme de los grupos armados (colectivos) que dirigen personeros del oficialismo y se encargan de reprimir y agredir a trabajadores y dirigentes sindicales como ocurrió en la protesta en el Hospital Vargas hace un par de semanas”, dijo el representante de Mosbase.
Los dirigentes sindicales insistieron en que el principal problema es la depreciación del salario y de otros ingresos como el bono alimentación, los cuales siempre van a la zaga de la hiperinflación. “El responsable del aumento del costo de la vida es el gobierno y, pese a que Maduro reconoció que el salario es muy bajito, eso no tapa sus errores en la política económica y social”, declaró Guanique.
“Con la especulación y el alza de los precios de los alimentos, medicinas y bienes de primera necesidad el pueblo pasa hambre y vuelven enfermedades que estaban erradicadas de Venezuela como tuberculosis, difteria, paludismo, entre otras”, insistió Zambrano, también directivo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud.
Las organizaciones sindicales aseguraron que en los gobiernos de Chávez y Maduro fueron destruidos 4 millones de puestos de trabajo formal con el cierre de 8.000 empresas y el funcionamiento a media máquina de las factorías y comercios existentes.
Guanique refirió que la mayoría de los contratos colectivos del sector público están vencidos y devaluados porque el gobierno se niega a discutirlos. “El sector privado si negocia la contratación colectiva, pero los beneficios salariales y sociales pierden valor rápidamente por la inflación y la pérdida del poder adquisitivo”, resaltó.
OIT de nuevo a la carga
La Comisión de Encuesta de la Organización Internacional del Trabajo, aprobada en marzo en la reunión del Consejo de Administración de la OIT, se instalará en la frontera de un país vecino a Venezuela para conversar con las organizaciones empresariales y sindicales, informó el dirigente Pedro Arturo Moreno.
Destacó que el gobierno de Nicolás Maduro no dejó otra salida a la OIT que nombrar la Comisión de Encuesta, máxima instancia para solventar las violaciones de los Estados a los convenios laborales, que en el caso venezolano son los referidos a libertad sindical, fijación del salario mínimo y protección del empleo.
Moreno recordó que en enero pasado las autoridades venezolanas se negaron a recibir la comisión de alto nivel designada por la organización.
Créditos: El Nacional
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