El reto al que se enfrentan en las aduanas es el de encontrar armas, drogas o productos peligrosos escondidos entre los millones de contenedores que cruzan nuestras fronteras cada día. En el puerto comercial de Gdansk los investigadores están probando una tecnología que permitirá inspecciones más precisas y rápidas.
Aproximadamente 3 millones de contenedores son manejados cada año en la Terminal de Contenedores de Aguas Profundas, de Gdansk. Se trata de un enorme reto logístico y técnico para los funcionarios de aduanas que llevan a cabo controles aleatorios con el fin de detectar mercancías ilegales y peligrosas.
Wojciech Gesikowski, agente de aduanas en Gdansk, comenta:
«Lo más importante en nuestro trabajo es asegurarnos de que en el contenedor haya realmente lo que se declara en los documentos, por eso utilizamos tecnología de reconocimiento no intrusivo que nos ayuda a revisar el contenedor sin abrirlo».
La tecnología C-Bord, que ha sido probada aquí, en Polonia, será de gran ayuda para ver como funciona, por eso han escondido en contenedores cigarrillos, drogas y armas.
Este proyecto, que ha sido financiado por la UE, es la nueva generación de dispositivos de inspección de carga. Mejora la calidad de las imágenes de rayos X actuales y añade nuevos instrumentos que permiten a los agentes detectar materiales prohibidos con mayor precisión y rapidez.
Guillaume Sannie, Coordinador del proyecto C-Bord, asegura:
«Gracias a esta técnica el aduanero, tendrá mucha información acerca del contenido, de lo que está escondido en el contenedor y le permitirá evitar vaciar el contenedor».
La inspección comienza con el «sniffer». Una sonda que se inserta en la puerta del contenedor, aspira el aire del interior y envía las partículas a un mini laboratorio que las detecta en tiempo real.
Peer Kaul, físico en la universidad de Bonn-Rhein-Sieg, en Alemania, comenta:
«El sistema “Sniffer” está diseñado para extraer componentes volátiles del contenedor, que pueden identificar la presencia de explosivos, drogas, tabaco o personas que están ocultas. Incluso partículas de polvo que pudieron estar en contacto con explosivos o narcóticos».
Después se utiliza el Detector Pasivo de Radiación. Este procedimiento se puede realizar de varias maneras dependiendo del tamaño de la carga. El camión puede ser analizado al pasar por los arcos o por un vehículo equipado que gira alrededor del contenedor o por el operador, que utiliza un dispositivo manual.
Grant Crossingham, físico en la empresa Symetrica, comenta:
«Las armas nucleares o el material de contrabando irradian las radiaciones pero estos instrumentos están diseñados para detectar esa radiación de forma pasiva, con lo cual buscan las radiaciones pero no hacen nada para activarlas».
El proyecto C-Bord ha mejorado la capacidad para detectar rayos X y ahora es más fácil detectar el material mientras se escanea la carga.
Además, al final del proceso de inspección, los resultados de los distintos dispositivos se recogen en una misma interfaz, y son comprobados por el analista de aduanas.
Esta tecnología proporciona resultados más rápidos y una mayor flexibilidad al utilizarla.
Guillaume Sannie, Coordinador del proyecto C-Bord, asegura:
«Es muy importante para nosotros poder adaptarnos a todo tipo de condiciones meteorológicas, al lugar en el que se desarrolla la operación y al trabajo de los distintos agentes. Nuestro reto es hacer que nuestro sistema sea operativo en todo tipo de escenarios».
Estos tres instrumentos se someterán a una prueba final con otros dos dispositivos en los próximos meses en el puerto de Rotterdam, la terminal más grande de Europa y en muy poco tiempo estará en el mercado.
Créditos: Euro News