Trabajar más y evaluar gastos: empleados plantean estrategias para lidiar con el paquetazo

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Lejos de generar confianza, el paquete económico presentado por el Gobierno el pasado viernes, 17 de agosto, ha dejado más incertidumbre en los venezolanos. Tras varios intentos por encaminar la economía, trabajadores de distintos estratos se mantienen a la expectativa y se plantean estrategias para ganarle a la inflación.

Katiuska Vívenes trabaja como personal de limpieza en oficinas y locales comerciales. Reside en Petare y su núcleo familiar está conformado por seis personas, incluyendo dos niños pequeños.

Ve con escepticismo las medidas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro y cree que, en lugar de controlar la inflación, la nueva regulación de precios hará que los productos vuelvan a desaparecer.

Duplicar su carga de trabajo es la opción que ve Katiuska para afrontar el impacto de las medidas económicas. “Tengo cuatro trabajos. Limpio oficinas y restaurantes para poder sobrevivir”, afirma. “Cuando llega la quincena compro un pedazo de carne o de pollo y algo de plátano o yuca, para rendir; pero esa comida se me acaba a mitad de semana”.

Explica que, cada vez que se queda sin alimentos en casa, le ha tocado pedir dinero prestado a sus jefes para completar hasta la próxima vez que cobre. “Lo hago y ya para la siguiente quincena se me descuadra el sueldo“, lamenta.

La noticia del aumento del sueldo mínimo a 1.800 bolívares soberanos ya no le alegra, especialmente porque tiene que recurrir a los bachaqueros de Petare para comprar los productos de la cesta básica.

“Los productos de primera necesidad se convirtieron en un lujo. Ese sueldo no alcanza ¿De qué sirve que lo suban si igual no van a arreglar el problema de la inflación?”, indica.

Acudir a los productores

Aunque su campo de trabajo está dolarizado, las consecuencias de las medidas presidenciales le tocaron la puerta cuando fue al mercado. Su salario en divisas no impide que se vea afectado por la escasez de productos.

Gregorio Escalona es analista de sistemas. Sostiene económicamente a su hijo pequeño y a su esposa, que es enfermera. Comentó que conversó con el encargado de una venta de huevos, quien le dijo que no venderá su producto porque no quiere que lo sancionen.

A criterio de Escalona, algunas de las medidas económicas tomadas por el Ejecutivo son “descabelladas”, como por ejemplo el incremento de sueldo a Bs. S 1.800 (Bs. 180.000.000), así como opina que otras debieron tomarse mucho antes.

“Ellos no nombran la dolarización de la economía pero básicamente lo es, aunque disfrazada. Lo que hicieron fue poner un nombre a la criptomoneda para disfrazar la dolarización. Si ellos mismos dicen que un petro cuesta 60 dólares, es porque es un valor que le están poniendo a una moneda que no existe”, comenta.

Ante la posibilidad de que escaseen de productos, Escalona tiene pensado “ir directamente a los productores” aunque no tiene claro si con la medida “ellos también correrán riesgo”.

Dada la cercanía con su residencia, ubicada en Charallave, estado Miranda, suele ir a San Casimiro (estado Aragua) a comprar carne y pollo. A partir de ahora irá con mayor frecuencia.

Prioridad a los alimentos

El licenciado en Administración, José Quintero, piensa que las medidas económicas “no fueron muy bien pensadas“, dado que no quedan claros temas como lo que pasará con los pasivos laborales y cuál será el costo de la gasolina. “Si todo está anclado al valor del petro, ¿qué pasa si baja? ¿Los salarios se mantienen o pueden fluctuar?“.

Frente a la posibilidad de que se incremente el precio de los artículos de primera necesidad, Quintero aseguró que le podrá “más lupa a los gastos, dándole prioridad al tema alimenticio”.

Junto a su esposa, con quien tiene una niña, evaluará qué productos va a comprar y cuáles va a sustituir. Hasta ahora han podido sobrellevar la crisis económica, sin embargo en algunas oportunidades se ha quedado corto.

Por el momento le preocupa cómo lidiará con las mensualidades del colegio de su hija. Por fortuna, tuvo la precaución de comprar los útiles y uniformes escolares el año pasado, previendo que se agravara la escasez.

“Estamos a la expectativa de hasta donde da esta situación, aquí se tomaron las medidas pero creo que hay cosas que no se tomaron en cuenta“, concluyó.

Créditos: Efecto Cocuyo

 

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