Ante la tendencia demográfica mundial hacia un aumento de la población mayor de 65 años de edad y el incremento en el mundo de numerosas enfermedades, se hace necesario buscar alternativas que reduzcan la tasa de mortalidad y morbilidad en los adultos mayores.
Al mismo tiempo se busca diversas maneras de incorporarlos a los avances tecnológicos, a fin de mejorar su calidad de vida y atender situaciones de emergencia.
Sobre la base de esta realidad, los estudiantes de la clase 11 E, del Colegio Humboldt, Caracas-Venezuela:
- José Calderón
- Bruno Coelho
- María de Fries
- María Martínez
- Salvador Hernández
- Daniel Schmitz
- Stephanie Sleiman
Realizaron un estudio con 15 adultos mayores, residenciados en un centro geriátrico, con edades comprendidas entre 70 y 94 años.
El objetivo de este fue evaluar la reducción de factores de riesgos cardiovasculares, posterior a la ejecución de un programa de educación continua de alfabetización digital, en donde se expuso de manera didáctica y divertida, los conocimientos necesarios para el manejo de herramientas tecnológicas como lo son las computadoras y los teléfonos inteligentes, de forma autónoma e independiente y fomentar el uso de la internet en temas de salud.
En el estudio, la frecuencia de afecciones comunes de la vejez, como: desinterés, depresión, trastornos digestivos, cansancio, estrés, aumento de circunferencia abdominal, pérdida de la fuerza muscular, aislamiento, sedentarismo e insomnio, representaron un indicativo de alarma, pues están en concordancia con los reportes de aislamiento social, deterioro cognitivo y enfermedad.
La revolución tecnológica, ha dado lugar a una sociedad donde la información y el conocimiento es imprescindible, por lo que las personas mayores deben incorporarse a los avances relacionados a salud, comunicación y aprender nuevas estrategias para afrontar con optimismo los cambios estructurales y funcionales que aparecen con el paso del tiempo.
Lograr la alfabetización digital en la tercera edad, permitió a estas personas a mantener la mente activa, solucionar problemas de diversa índole, lo que incluye salud, bienestar físico, traducido en desarrollar hábitos saludables que incluye la reducción del tabaquismo, realizar algún tipo de actividad física, modificar hábitos alimentarios y mantenerse informados, de hecho, el uso de estas herramientas y aplicaciones tecnológicas, en los centros de atención de la tercera edad, serian de gran utilidad en situaciones de emergencias sanitarias como la que atraviesa en estos momentos el mundo.
Las nuevas tecnologías avanzan a pasos agigantados y pueden ser grandes aliadas de las personas mayores y está en los jóvenes incentivar, motivar y orientar a los participantes a vencer sus temores y formar parte de una población activa que busque soluciones a sus problemas de salud, utilizando la tecnología como herramienta básica para afrontar con optimismo los cambios estructurales y funcionales que aparecen con el paso del tiempo.
Con Información de Nota de Prensa