Extorsión, amenaza y detenciones arbitrarias se suman a un mínimo de tres días de cola que deben soportar los merideños para repostar gasolina.
Así lo informó el presidente de Fedecámaras en la entidad andina, César Guillén, durante un contacto telefónico.
Enfatizó que ni siquiera los sectores priorizados en la flexibilización decretada por el ejecutivo están exentos de la larga espera que conlleva abastecerse del carburante.
“En Mérida estamos totalmente colapsados en cuanto al combustible”, aseveró
“Lo que hay es un gran negocio por parte de funcionarios policiales y los afectos al oficialismo, quienes, ejercen los controles sobre las estaciones”
Guillén resaltó que desde el sector privado han elevado propuestas al ejecutivo nacional para participar en la importación y distribución de gasolina.
En medio del Estado de Alarma por la pandemia del Covid-19, Venezuela transita por otro escenario de escasez de combustible, que se suma a la crisis política, económica y social de los últimos 5 años.
Prevenir en vez de detener
El presidente de Fedecámaras Mérida destacó que el plan “7+7” decretado por el gobierno nacional para evitar la propagación del Coronavirus es inviable.
A su juicio, detener las actividades de la mayoría de los sectores económicos por una semana no disminuirá el índice de contagios.
Aseguró que deben reforzarse las tareas de prevención y educación a los habitantes, ya que nadie puede estar “encerrado sin producir ingresos”.
“Como ciudadano tengo que decir que no nos estamos cuidando. Hay muchos enfermos que no aparecen en las estadísticas”, expresó.
“Los empresarios hemos desarrollado opciones para flexibilizar con protocolos, pero vaya usted a una alcaldía u otro ente público a ver si cumplen con las mínimas medidas de bioseguridad”
César Guillén reiteró que no es momento de fijar tasas, alícuotas y contribuciones especiales de manera unilateral por parte de las autoridades tributarias.
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