El último aumento del ingreso mínimo mensual en Venezuela, que llegó a 5,2 millones de bolívares fuertes (U$64,23, según la tasa oficial), entre un salario mínimo de tres millones de bolívares (US$37,05) y un bono de alimentación de 2,2 millones (US$27,17), llevó a la moneda del vecino país a tocar los puntos más bajos de su historia. Esto ha provocado que la población venezolana se vea obligada a buscar otras opciones monetarias, como dolarizar informalmente su economía.
Para hacerse una idea de la gravedad de la situación, basta con observar el ritmo de devaluación del bolívar fuerte en los últimos seis meses. El 15 de diciembre de 2017, un dólar costaba 108.198 bolívares, mientras que actualmente asciende a 2,9 millones de bolívares según dolartoday. Una devaluación de 2.627,7%. Las causas de la caída la moneda son el desmedido crecimiento de la inflación y el bajo aumento del PIB. En el caso de la inflación, llega a 34.458%, mientras que, en el segundo, las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) para este año arrojan una caída de -15% .
Esta realidad no es desconocida en las calles venezolanas, pues en medio del rebusque, los ciudadanos del vecino país han llegado a recurrir al dólar para tener alguna posibilidad de conseguir medicinas, muebles e incluso comida, pese a que el único bien que se puede adquirir de manera legal con esta moneda hasta la fecha son los automóviles. Frente a este tema, el presidente de la Asociación Central de Venezolanos en Colombia, Daniel Pagés, señaló que el canje de algunos productos por la moneda estadounidense es una consecuencia directa de que “la economía ya no aguanta una moneda que no sirva”. “Si quieres averiguar cuánto cuesta algo, debes hacerlo en dólares, pues la realidad es que no hay como vivir con un sueldo de cinco millones de bolívares”, aseguró. Electrodomésticos y hasta cirugías se transan en la divisa estadounidense.
Nuevas monedas
Las pocas opciones que deja el bolívar para que los venezolanos se mantengan a flote ha provocado el surgimiento de nuevas monedas en localidades pequeñas del país. Una de ellas es el panal, que surgió en diciembre de 2017 en el barrio 23 de enero de Caracas. Esta opción, que equivale a 5.000 bolívares, surgió con el propósito de dar acceso a los productos de la canasta básica familiar.
Otra moneda alternativa que surgió en abril de 2018 fue el caribe, que equivale a 1.000 bolívares y fue promulgada por la Alcaldía de Caracas como un mecanismo de protección ante la escasez de efectivo que azota a Venezuela.
La presidenta de Consecomercio, María Carolina Uscátegui, destacó que la hiperinflación que aqueja a Venezuela, a diferencia de otros casos del continente, ha estado acompañada por una “impresionante contracción económica”, que tiene prácticamente paralizado el aparato productivo nacional. Sin embargo, aclaró que “las monedas alternativas son mecanismos no legales que se prestan para corrupción y estafa, pues no obedecen a ninguna ley de la Nación”. Asimismo, la ejecutiva resaltó que “todo esto pulverizó por completo el poder adquisitivo de nuestra moneda”, pues la hiperinflación se desarrolló plenamente en el segundo semestre de 2017 y alcanzó un estimado de 2.616% según cálculos de una comisión especial del Parlamento. Estos datos hacen que Venezuela esté cerca de ser “el peor caso de la historia de Latinoamérica”.
El incremento salarial anunciado por el presidente Maduro también vino acompañado de una tasa oficial del Gobierno a las personas que envían dinero para Venezuela, que llega a 2,2 millones de bolívares (US$$27,17). Tanto Uscátegui como Pagés coincidieron en que “eso le dice al mundo es que el sueldo mínimo en Venezuela son US$2,36”. Finalmente, Pagés aseguró que, en caso de darse una eventual dolarización en Venezuela, debe haber unos cambios económicos en pro de que los venezolanos puedan acceder a diferentes tipos de necesidades y productos básicos. “Una eventual dolarización tendría que venir amarrada a políticas económicas que ayuden a la subsistencia”, dijo.
La moneda venezolana cambiará en julio
El presidente Nicolás Maduro anunció que la moneda nacional de Venezuela cambiará de bolívares fuertes a bolívares soberanos el próximo 4 de julio. La principal diferencia del nuevo dinero radica en que tendrá tres ceros menos que el anterior, además de que el actual cono monetario saldrá de circulación. El mandatario aseguró que esta decisión tiene como propósito “garantizar al pueblo sus actividades comerciales”. Esta es la segunda reconversión del bolívar que en los últimos 10 años.
Créditos: La República
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