El hongo negro en Venezuela y su relación con el COVID-19

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Patricia Valenzuela, médico infectólogo, informó que el hongo negro ha existido desde siempre, tanto en Venezuela como en el mundo y que es un hongo filamentoso de la familia de los mohos.

Particularmente se le suele llamar Mucor, ya que produce una enfermedad infecciosa llamada mucormicosis, este es un hongo que se encuentra en los suelos, en el ambiente, las frutas o alimentos en descomposición.

La mucormicosis se puede producir en personas inmunosupresores, que son inmunocompetentes, es decir, que el sistema de defensa está mermado o que el sistema inmunológico está comprometido. También en las personas que toman tratamiento con esteroides por tiempos prolongados, y personas con VIH que no se controlan y que no toman antiretrovirales.

Se plantea la misma en personas post-covid inmediato, ya que el paciente sigue recibiendo esteroides “sabemos que la dexametasona por evidencia científica disminuye de manera importante la mortalidad de covid19 en su forma severa, y el tratamiento es por 10 días esto puede ser el sustrato que facilita la aparición de la mucormicosis”

“La transmisión es a través de la inhalación de las esporas del hongo, o de la ingestión directa de las mismas, no es contagioso ni se transmite de persona a persona”.

La infectóloga destacó que hay diferentes presentaciones, la Mucormicosis rinorbital  afecta la nariz y senos paranasales extendiéndose a la órbita de los ojos de manera asimétrica, y la otra forma es Mucormicosis rinorbital que se puede extender al cerebro.

“Hay lesiones características, y por eso se le dice hongo negro,  porque es una placa o una mancha negra violácea que puede aparecer en los ojos, en el paladar, en la piel, en el rostro y extremidades, la misma aparece por daños en las venas, arterias y vasos sanguíneos de esa zona”.

La médico destacó en entrevista para Análisis de Entorno que en Venezuela no es fácil hacer el diagnóstico, por que en los hospitales públicos faltan recursos para reactivos, medios de cultivos, aditivos para coloración del hongo, entre otros, así como también, no poseen los insumos ni las herramientas del laboratorio de bacteriología para diagnosticar y atender a pacientes con esta enfermedad.

“Si no se atiende a tiempo los pacientes pudiesen  llegar a la muerte, la tasa de mortalidad de mucormicosis es de un 50%”

Sin embargo, informó que el hongo negro deja secuelas sobre todo por la limpieza quirúrgica, puede quedar cicatrices, afectación en el ojo y la visión, también en el sistemas nervioso central e insuficiente respiratoria.

“Es bien comprometedora esta patología, por eso siempre es mejor prevenir que padecerlo”

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