Asdrúbal Oliveros, economista y director de Ecoanalítica, indicó que el gobierno de Venezuela este año ha tenido más ingresos petroleros que el año pasado. Solo en el primer semestre de 2022 se ha incrementado un 150%. Sin contar otros ingresos, ya que la recaudación de impuestos también ha subido.

En este contexto, hizo énfasis en que no se justifica la política salarial para los empleados públicos.

Oliveros señaló que la digitalización es crucial para impulsar la productividad, ya que expone a empresas a innovadores modelos de gestión y negocios, a canales de acceso al mercado y tecnología.

¿Qué retos viven las empresas venezolanas para impulsar su productividad?

Venezuela ha experimentado una contracción económica del PIB por persona de 86,2% desde 2014 hasta 2020. Por ello, la economía de Venezuela en tamaño real es similar a la de Bolivia o El Salvador y en productividad, medida en PIB por persona, es similar a la de Nicaragua y menor que la de Honduras y Bolivia.

Agregó que los países con abundantes inversiones tecnológicas son capaces de mejorar la productividad y, por ende, bajar los costos de la producción de bienes. Por ello, las economías desarrolladas muestran diversificación y complejidad en sus bienes exportables.

“Venezuela, en cambio, apenas tiene algunos indicios de competitividad en los sectores de agricultura y exportación de hidrocarburos y minería: la economía menos compleja de América Latina según datos de Harvard (…) De hecho, la llamada ‘inflación en dólares’ es un síntoma de nuestra poca productividad: por el personal poco capacitado y los equipos depreciados que generan poca eficiencia y el rezago tecnológico. No es solo un tema de sobrevaluación de la moneda”

Otros factores importantes son la falla de servicios públicos que obliga a las empresas a buscar soluciones particulares que encarecen los costos y los procesos aduaneros que crean una brecha con los productos importados a bajo costo.

En este sentido, el encarecimiento ha llevado a que los productos se vuelvan inaccesibles para el consumidor venezolano promedio, según un estudio reciente de Ecoanalítica mostró que 85% de los venezolanos reciben ingresos mensuales inferiores a $300.

Por ello, los consumidores venezolanos de hoy valoran el precio antes que la calidad, tienen menor lealtad de marca, y valoran la comunicación clara y directa: incluyendo la de precios. En este contexto, el precio es la variable fundamental en el negocio.

Por esta razón, la importancia de la transformación digital en la competitividad de las empresas es cada vez más evidente. Para operar en el mercado venezolano es sumamente importante hablar de competitividad y eficiencia que permita precios accesibles para las mayorías.

En este contexto, las empresas necesitan trabajar en una propuesta de valor que permita precios accesibles para un mercado donde las mayorías son de bajos ingresos; con una competencia importada e informal que no da tregua.

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