Jacqueline Goldberg, es doctora en Ciencias Sociales de la Universidad Central de Venezuela y licenciada en Letras por la Universidad del Zulia, poeta, narradora, ensayista, editora y autora de libros, quien señaló que leer, comprender y sentir lo que lee es lo que la llena y la hace sentir viva cada día.
A su juicio, la vida es sumamente difícil pero muy satisfactoria, amar todo el proceso hasta más no poder es una etapa de la vida en la que se descubrirían niveles de observación impresionantes, y quizás hasta fabulosos.
“En lo personal siempre he dicho que un escritor nunca logra vaciarse del todo, para eso está el resto de la vida, o simplemente lo que nos queda de ella”, afirmó.
Goldberg, en el área de las artes plásticas ha ocupado diversos cargos: jefa de la Unidad de Investigación y directora de Programación de la Fundación Museo de Artes Visuales Alejandro Otero; jefa de la Oficina de Extensión y Relaciones del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón, entre otros.
“En 2020 me inscribí en el Diplomado de Alimentación y Cultura en Venezuela que dictó la Universidad Central de Venezuela y ahí, en las pocas semanas que tuvimos de clases presenciales antes del comienzo de la cuarentena en marzo, me vi hablando de mi comportamiento alimentario en ese viaje maravilloso y a la vez marcado por todo lo que cargaba a cuestas como venezolana” aseguró.
Ya desde 2011 comenzó a trabajar desde su casa y esto no supuso mayor cambio en sus rutinas, comenta que al principio trato de darse cuenta de todo lo que ocurría, y poco a poco llevo un diario escrito y fotográfico.
“Ver a mi hijo cocinando es una síntesis de muchas cosas que me dan paz, podría quedarme con eso y no pedir más, pero para mí el escribir es otra cosa, siempre agridulce, prefiero el tiempo de la reescritura y la corrección, eso sí que lo disfruto, es como si otro hubiese hecho el trabajo y yo pudiera, irresponsablemente, quitar y poner”, concluyó.
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