Foto: UNICEF

Yeliz Hernández, licenciada de ciencias pedagógicas, explicó que existe un costo emocional en el retorno a la presencialidad en los trabajos y clases. 

“Sobre todo cuando estamos trabajando con niños, el acercarse, darle una orientación desde una proximidad bastante corta, ahora también se ve truncada, desde que punto estamos sacrificando el elemento emocional”, indicó.

En una entrevista realizada en el programa Mesa de Análisis con Aarón Olmos, la licenciada de ciencias pedagógicas expresó que la acción de salir de las casas implica un costo emocional en las personas, debido a que lo hacen con temor a contagiarse del virus, si tiene que tomar transporte público o cualquier reunión grupal.

“Ya no es protegernos físicamente, ya no es protegernos con la mascarilla, sino como protegernos del daño emocional que está abriendo un hueco en nuestras vidas”, mencionó.

Hernández resaltó que se está en un contexto que está rodeado de estrés, de enfoque, de desesperación, situaciones de altos y bajos sentimentales que han afectado a todas las personas más pequeñas, debido a que el virus no solo afectó físicamente sino también en el carácter de las personas.

“Vamos a empezar a trabajar con el profesor, vamos a capacitarlo, ha habido en nuestro país un déficit en esa parte. Se habló en la capacitación en materia de la tecnología, pero nadie dijo vamos a atender la parte emocional, para que con esas herramientas pueda ayudar a sus estudiantes”, puntualizó.

Escucha la entrevista completa aquí:



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