Luis Francisco Cabezas, director nacional de la Asociación Civil Convite, informó que desde el año 2019 ya había movimientos incipientes de adultos mayores en las fronteras de Colombia, Ecuador y Perú. 

Asegura que desde hace tres años ya había un comportamiento atípico en centros de emigración donde comenzaban a llegar adultos mayores incluso con niños pequeños y todo apunta que las personas mayores han comenzado un proceso migratorio bastante notorio.

«Existen dos tipos de migraciones distintas, una con mucha fragilidad, lo que significa que las personas pasan días viajando por carreteras peligrosas pasando necesidad para llegar al destino fronterizo y otra con soporte, lo que quiere decir que llegan por vuelos a las fronteras».

Cabezas en el programa Análisis de Entorno precisó que ahora hay otro tema de migración de adultos mayores, por ejemplo, en el caso de Colombia los abuelos han ido a vacunarse y como la frontera está cerrada han tenido que pasar por las trochas que son peligrosas.

Muchos abuelos incluso le llevan los nietos a sus hijos que migraron a otros países y se regresan nuevamente. 

Adultos mayores viviendo en soledad

Vivir en soledad en Venezuela siendo un adulto mayor con una pensión de $3 que no les alcanza para cubrir sus necesidades básicas y los hace prácticamente rehenes de la caja CLAP. 

“10% o 12% de la población de adultos mayores está viviendo situación de soledad (…) las personas de la tercera edad poseen desnutrición, perdida de condiciones de vida, 3 de cada 5 adultos se acuestan regularmente con hambre y 1 de cada 10 adultos se acuestan todas las noches con hambre”

Cabezas informó que entrevistaron a 1.200 personas mayores y el 10% continúan laborando, pero no por decisión, sino por el peso de la circunstancia, lo cual los expone a la explotación laboral y otros dependen de un trabajo informal.

“Las soluciones serian medidas humanitarias, como Estado no hay que permitir que esas personas se mueran de hambre”

Las propuestas son programas de transferencias de recursos y avanzar en la Ley de Pensiones, ya que las personas no van dejar de emigrar y es necesario garantizarle la seguridad y protección e incitar a los países a que aborden temas de xenofobia y que exista inclusión económica.

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